José Pirela bateó para .293 en 82 compromisos en doble A, el año pasado. |
Para José Pirela el
2012 fue un año duro desde cualquier punto de vista. Duro en los golpes que
recibió (un pelotazo en la cabeza lo alejó por seis semanas de la acción y más
adelante uno en la mano izquierda que no lo dejó finalizar en buena forma su participación
en las menores), como en lo anímico al no poder formar parte del roster de 40 de
los Yankees de Nueva York. Tampoco fue tomado en regla V. Además, en Venezuela,
estuvo varias semanas jugando con dolor en el hombro derecho, asunto que lo
limitó a estar como designado por aproximadamente dos semanas.
¡Vaya! Después de
semejante resumen con varias malas noticias no es para menos imaginarse lo desanimado que podría sentirse. Sin embargo, Pirela tendrá la oportunidad de estar como invitado, a
tiempo completo, en los campos de entrenamiento de los Yankees de Nueva York con la
posibilidad de arrancar en triple A, la categoría que sirve de antesala al
sueño de todo pelotero, la MLB.
Lógicamente, no era la
noticia que esperaba. Varios de sus compañeros en la pelota invernal
venezolana (Adys Portillo y Ernesto
Mejía fueron protegidos por San Diego y Atlanta, respectivamente, así como
Ender Inciarte, su “hermano” como se hacen llamar dentro del club, fue tomado
por los Phillies de Philadelphia en regla V. Le da la oportunidad de estar en
roster de 40 con la oportunidad más grande de arrancar en las mayores desde el
primer día de acción).
En la Liga Venezolana
de Béisbol Profesional vivió una “montaña rusa”. No arrancó como deseó. Luego
dominó por dos semanas el circuito llevándose la distinción de Jugador Más Valioso de la tercera semana del
torneo local. Tal vez no cerró con los números que él hubiese querido pero dejó
claro que, como vaya ‘El Águila Negra’, irán las Águilas del Zulia.
“Le doy gracias a Dios
por darme la oportunidad (de poder comenzar en triple A). Estoy con la mente
positiva a pesar de no pasar lo que yo quería (ser protegido) o que me tomarán
en regla V”, confesó el pelotero que divide sus raices entre el Zulia y los
Ánges venezolanos. “Ya esa página pasó y solo puedo mantenerme trabajando. Dios
mediante eso puede llegar, esa noticia que José Pirela esté en la MLB”.
Al contrario de cómo
uno lo pueda ver, al no recibir la protección del equipo donde quiere subir y
hacerse famoso, Pirela no cayó en decepción ni tristeza. “Yo siempre estoy
positivo. Sólo me duró los minutos para asimilarlo. Ya pasó y sólo debo seguir
trabajando. La oportunidad y el momento van a llegar”, asegura con firmeza, la
misma con la que recorre las almohadillas deleitando a propios y extraños
debido a su intensidad.
¿Qué puéde esperar de
nuevo en la antesala a las Mayores? “En triple A me han dicho que es una liga
de muchos veteranos. Doble A es más fiuerte y ya estuve allí y conozco los
lanzadores, estadios. Ahí (en AAA) te conseguirás a jugadores grandeligas y
pitchers de mayor nivel. ¿La diferencia? Es la misma pelota, sólo que debo
tener mayor concentración, enfocado en lo que sé puedo hacer”.
No cerró la campaña 2012-2013
como quiso. Varias cosas se atravesaron en el camino, incluyendo el “virus” que
atacó a toda la alineación rapaz que no pudo batear en enero.
“Creo que he tenido
dos años buenos con Águilas. (Éste año) arranqué frío pero puedo seguir trabajando para alcanzar mi
ritmo. La lesión en el hombro me estorbó un poco pero no creo que haya sido
motivo para bajar mis números. No pude retomar el ritmo más adelante y por ahí
se nos fue todo”.
Uno siempre se
pregunta cómo hacen los peloteros para tener activa esa “falta o corta
memoria” que les obligan a tener para dejar en el pasado los errors que
perjudicaron su desempeño pero para tener suficiente voluntad para recodarlos y
usarlos como armas para mejorar y no cometerlos nuevamente.
“Siempre me mantengo
positivo y trabajando fuerte. Estas cosas pasan en el béisbol. Mientras estés
positivo vas a estar bien. A pesar de las lesiones no me rendí, trabajé y seguí
trabajando para regresar al nivel. Tal vez no tuve el tiempo para mostrarlo
pero ya vendrá otra oportunidad”.
José Pirela trabajó
con Luis Dorante en las menores. “Nunca lo tuve como manager, pero ésta vez
pudimos trabajar más. Me ayudó con mi defensa pero sobre todo con mi capacidad
para robar bases”.
DATO QUE VALE: Pirela completó 18
estafadas en los dos últimos años. Sin lugar a dudas buscará aumentar a 30
nuevamente, marca que logró en clase A fuerte, justo antes de debutar en la
LVBP con los rapaces.
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