¿Será posible que algún día podamos arrancar un torneo sin dar carreras? ¿Es necesario trabajar presionados para poder tener los resultados? ¿Por qué siempre tenemos que dar que hablar en cuanto a nuestra logística para cualquier evento? Si tenemos tanta pasión por el deporte, ¿por qué cuesta tanto poder disfrutar de nuestros espacios? ¿Quién es el responsable de que los deportistas, técnicos, periodistas y fanáticos sufran las incomodidades en los estadios de nuestro país?
Puedo continuar haciendo preguntas por horas. Sencilla y llanamente porque son miles y miles de personas entre los antes nombrados los que sienten las consecuencias, y cada uno de ellos tiene su inquietud y, peor aún, su queja. El martes 24 de agosto el estadio Luis Aparicio "El Grande" de Maracaibo, sede de las Águilas del Zulia en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, recibió la visita de Murray Cook, supervisor acreditado por Major League Baseball, con más de 30 años de experiencia, encargado de revisar cada uno de los siete estadios que albergan la pelota rentada en nuestro país y también de cualquier estadio donde se juegue pelota invernal profesional.
Con mucha preocupación el señor Cook revisó hasta debajo de las piedras el estado del terreno y sus alrededores. Protecciones en las paredes de los jardines, dugouts y engramado, distancia entre las bases y mantenimiento del área del infield. Poco más de una hora demoró para sentenciar que el nido rapaz no estaba apto para la práctica sana de "sus peloteros". "El estado del terreno me gusta. Es el mejor engramado que he visto. Está un poco alto, pero nada que no se pueda arreglar en un par de minutos con una podadora. El resto es preocupante. Hay muchas imperfecciones que podrían dañar a nuestros peloteros y no podemos permitirlo. Eso mismo dirá mi informe", sentenció el espigado norteamericano.
Muchos comentarán "Sí, está mal. Todos los años es igual y logramos reunir el mínimo necesario para que haya béisbol". Es cierto. Nuestro grado de sin vergüenzura nos hace conformarnos con lo "mínimo requerido" una y otra vez. La pregunta es ¿Por qué? ¿Por qué debo conformarme con el mínimo si puedo tener un poquito más? ¿Por qué no puedo disfrutar sanamente de un encuentro de pelota sin la necesidad de preocuparme porque uno de mis jugadores favoritos se lesione o, todavía más triste, que este no juegue al 100% por miedo a perder su carrera? Ojo, no estoy asegurando que así sea. Pero hay que estar claros que todos cuidan sus inversiones. Y para los peloteros su inversión, su fuente de trabajo y dinero, es su físico.
El representante de Águilas del Zulia en la inspección, Yurinder Rincón, asistente de la gerencia general del equipo, trató de explicar en cada una de las observaciones realizadas por el señor Murray que todo eso es sencillo de solucionar y que año a año se arregla. Que no había ningún problema en soltar el dinero requerido para dejar bien bonito el estadio para cuando todos asistamos al encuentro de nuestros jugadores favoritos.
Aquí es donde discuto y pregunto de nuevo ¿Por qué gastarse un bojote de dinero de un solo sopetón cuando se pudo ahorrar mucho dinero que pudo reinvertirse en mejoras en el estadio?
La última vez que recuerdo haber visto a una extensa maquinaria de trabajo en el Luis Aparicio fue para la celebración de los donde se reemplazaron sillas, bancas, puertas y se hicieron ciertos acomodos en las casetas de prensa. Después de ahí, lo mismo de todos los años. Pinturita por aquí, por allá. Unas colchonetas nuevas, tijera para la grama, agüita y listo. La situación del recinto zuliano pienso que no es diferente a los del resto del país. Águilas, así como el resto de los equipos, dependen de la administración y cuido de los entes gubernamentales que poseen los permisos para poder utilizar los estadios. Lo que me lleva a otra pregunta ¿Juegos Centroamericanos y del Caribe, en 1998,Quién es el responsable de que todos estos espacios, por lo menos, se mantengan? ¿Los equipos? ¿O es competencia de los gerentes políticos? Y aquí es cuando pasamos del béisbol al juego de ping pong o papa caliente. Al final, nadie tiene culpa, sino el usuario por no cuidar las instalaciones que consiguen desde el ¡playball!
A los señores de la MLB le es indiferente esto. Están conscientes de que la mayoría de los estadios depende de los organismos públicos. Pero quienes tramitan los permisos y velan por la integridad de sus jugadores, son los equipos. Y eso, no tiene discusión.
Llego a una conclusión: el día que al gobierno de turno le provoque no dar permisos para que las organizaciones utilicen los estadios, ¿nos quedaremos sin pasatiempo? Es de mi conocimiento que el resto de los parques están siendo maquillados para el inicio de temporada. Incluyendo la completa remodelación del Alfonso 'Chico' Carrasquel en Puerto La Cruz. En Maracay, Valencia y Barquisimeto se están haciendo mejoras considerables. No sólo para los fanáticos, sino también para los jugadores con sus vestidores acondicionados y las casetas donde laboraran juego a juego tecleadores, como quien les escribe estas líneas. El estadio Universitario siempre recibe sus cariñitos. Incluso, desde hace unos años disfruta de espacios para aquellos fanáticos con discapacidades para que puedan ver los encuentros. En el estadio Guatamere, en Margarita, suponemos que debe estar casi en perfectas condiciones debido a que en febrero fue sede de la Serie del Caribe, donde según otros colegas, disfrutaron de ciertos beneficios que antes no tenían.
En Maracaibo es increíble ver y pensar como un estadio con tanta tradición en los últimos 40 años deba pasar por este proceso año tras año. No es posible que siempre debamos pasar vergüenza ante los supervisores y jugadores visitantes que vienen al patio zuliano para formarse, desarrollarse y volverse profesionales, así como lo hicieron en su momento Luis Aparicio, Wilson Álvarez, Geremi González, Gerardo Parra y Carlos González. Sólo por nombrar a algunos.
Acá es cuando debemos ponernos a pensar en el porque las organizaciones Grandes Ligas colocan trabas y niegan los permisos para ver a nuestros muchachos lucirse en nuestros terrenos. Incluso, para seguir teniendo buena importación que permita luchar por el pase a la final y disputar el título. No me cabe la menor duda que el estadio estará listo una semana antes de que comience la temporada, tal cual como lo anunció Leonet Cabezas, coordinador de infraestructura del polideportivo Luis Aparicio por parte del IND y Ministerio para el Poder Popular del Deporte. "Mucho trabajo", expresó en un español bien machucado el señor Murray, pero bien conciente de lo que estaba diciendo.
Reponer más de ocho mil millones de bolívares para apenas tres meses y medio de actividades es algo cuesta arriba que aquí están acostumbrados a gastar en cada inicio de temporada. Lo triste de todo es que los fanáticos, y hasta nosotros mismos que llevamos hasta sus ojos u oídos su pasatiempo preferido, seguimos sufriendo los estragos de una muy mala organización, administración y cuido por parte de los involucrados.
Murray Cook aseguró que para antes de que diera inicio la temporada las protecciones rotas, magulladas y rasgadas estarán retiradas y suplantadas por unas nuevas. Los bullpens de calentamiento tendrán las mismas dimensiones que el que utilizan los serpentineros encuentro tras encuentro. Que la grama tendrá una pulgada como máximo de grosor. Que las rejillas que están al entrar a los dugouts estarán perfectamente cubiertas con alguna protección de caucho para evitar que resbalen y se tuerzan los tobillos. Que los mismos estarán barridos y limpios y no con tanta basura, polvo y barro, con los espaldares rotos y descubiertos como los encontró. Que todo lo que es zona de foul desde la parte de atrás del home hasta el outfield estará debidamente acolchado para cuando vayan a buscar los fouls. Que los jugadores visitantes tendrán al menos unos 20 ó 30 lockers para guardas sus cosas. No habrá alambres sobresaliendo ni mucho menos conexiones eléctricas visibles que puedan causar algún tipo de daño en el físico de sus jugadores. Que los fielders screen protectors tendrán sus mallitas y sus gomas para cuando conecten un foul y golpeen los tubos, las pelotas no salgan disparadas hacia cualquier dirección. Los que no saben que eso, es lo mismo que no estaba usando Alex Rodríguez cuando recibió el batazo en la rodilla en un entrenamiento. Las bases estarán perfectamente alineadas. No con un pie más ni menos. Sin desniveles para tomar roletazos.
Para nuestra insatisfacción, los sitios de prensa no son competencia de MLB pero vale la pena destacar que nos sentimos más cómodos con una mesita al lado del dugout con un ventilador de mesa, con el bullicio de la gente, que vernos unos 15 ó 20 colegas sentados casi unos encimas de los otros, con calor y un pésimo servicio de internet. Sin contar cuando debemos caminar por los pasillos y ver charcos a lo largo del mismo proveniente de los baños. No quiero pensar más allá de que es agua. De igual forma, es poco higiénico el espacio donde laboramos. Esto para que vean que somos todos los que sufrimos el descuido y poca atención que le brindan al estadio zuliano.
excelente artículo, este es el mismo cuento de todos los años, fuera los Machado de Aguilas del Zulia.
ResponderEliminarDanny Acosta
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