Hernández no esta teniendo un buen año con su madero, su promedio poco por encima de los .260 puntos, dos jonrones y apenas 26 remolcadas no lo colocan en la elite de los jugadores, por lo que el llamado le cayó totalmente por sorpresa.
“Estoy teniendo una temporada bien difícil. No son los números que estoy acostumbrado a poner pero esto me anima a seguir poniéndome fuerte. Pero este año me puse la meta de venir a demostrar quien soy yo y que estoy listo para subir a las Grandes Ligas”.
Sangre joven en el montículo, pero agresivo.
Uno de los que más pudo disfrutar fue el aragueño Eduardo Sánchez. Su participación en el Juego de Estrellas le cayó de sorpresa y con regalito incluido por parte de los Cardenales de San Luis. “Fue bastante emocionante porque no venía para este juego inicialmente”, relata después de atrapar unos cuantos batazos en los jardines durante la práctica del equipo Resto del Mundo.
“Primero me habían seleccionado para ir al de Doble A. Cuando estaba en el estadio, el mánager me llamó y me dijo que ya no iría por lo que quedé en asombrado. Después me dijo que estaba bromeando que iría, pero al de las Estrellas del Futuro en Anaheim, pero antes de ir, estaría una semana en Triple A porque había sido ascendido”.
Sánchez es relevista de los últimos episodios. A pesar de no ser muy alto, tiene poder en sus pitcheos con rectas constantes en las 90 millas por hora y capaz de llevarlas fácilmente hasta las 97. Algunos trabajos como cerrador lo han obligado a observar a lanzadores del calibre de Ugueth Urbina y Francisco Rodríguez, ambos referencias entre los “Candados” criollos en las Grandes Ligas.
“Me gusta la forma en la que lanzan y en la que atacan a los bateadores. Eso es muy importante cuando estas trabajando como relevista dentro de este negocio”.
“Estoy muy orgulloso de lo que he conseguido”
Si pudiéramos ponerle un término a lo que esta viviendo Hénderson Álvarez es un sueño. El lanzador derecho, perteneciente a la organización de los Azulejos de Toronto, tuvo la oportunidad de pisar por primera vez en su carrera un estadio de Grandes Ligas, situación más especial para él en su carrera. “Esto es lo más grande que he vivido desde que juego pelota. Esto me anima a seguir esforzándome para llegar a las Grandes Ligas que es lo que quiero”.
El venezolano mantiene marca de seis victorias y cuatro derrotas con 3.53 de efectividad en 15 aperturas con los Blue Jays de Dunedin en clase A avanzada, números suficientes para que el criollo fuese uno de los relevistas intermedios en el encuentro dominical. Las cosas no le salieron muy bien. Fue castigado con jonrón y tres imparables que significaron tres carreras y la amplitud en el marcador por parte del equipo de los Estados Unidos, en un inning de labor. Sin embargo, eso no le amarga la vida, ya que sabe que ahora es cuando le queda trabajo por hacer.
“Las cosas pasan cuando tienen que pasar. Ahora mismo yo trabajo con mis pitcheos para poder formarme”. La Liga Venezolana de Béisbol Profesional podría ser una de esas salidas que el tanto busca. Sólo faltaría por la aprobación de su equipo para que lo deje lanzar, al menos, 20 episodios. “Sería muy bien para mi poder obtener el permiso que necesito”. Para ello, tiene de su lado al manager Carlos Subero, quien hoy lo acompañó como coach en su equipo, y de quien espera pueda ayudarlo a conseguir la libertad para poder lanzar.
De algo si esta seguro Álvarez. Muy pronto tendrá la oportunidad de conocer a su ídolo en las Grandes Ligas, Félix Hernández. “Siento que ese momento puede acercase. El jugó con varios de mis primos. Me gusta mucho su forma de lanzar y como saca con mucha clase los outs. Es un caballo. Se que pronto se me dará poder conocerlo en las Mayores”.
“El que ríe de último, ríe mejor”
Alex Torres fue llamado a última hora. Uno de los lanzadores del equipo del Resto del Mundo se lesionó y le abrió las puertas al valenciano para poder entrar en el roster. “Estoy muy agradecido con los coaches y los técnicos del equipos ya que me tomaron en cuenta para poder venir acá”. “Los últimos serán los primeros”, reza un dicho muy común que alienta a más de uno cuando las cosas no se dan de la forma que desean. Pero Torres sostiene uno que le causa mayor emoción.
“Yo siempre he dicho que el que ríe de último ríe mejor, y esta vez soy yo quien esta riendo y disfrutando de esta bonita oportunidad que se me ha presentado”. Por cuestiones del destino, el lanzador zurdo fue el segundo relevista en actuar en el encuentro y el primero de los tres criollos que estaban en la reserva del equipo. Trabajo por espacio de un episodio donde sólo permitió un hit.
El momento era de apremio ya que las acciones se mantenían por una carrera de diferencia en contra de su equipo y debía sacar la casta para poder mantener a su equipo cerca. Parte de esa garra la toma de su ídolo Johan Santana, quien según comenta el mismo, tiene mucho para ser comparados, claro está, guardando las diferencias que merecen. “Siempre me ha impresionado la forma en la que él (Santana) lanza los encuentros. Pienso que tengo muchas cosas al igual que él. Somos zurdos, de poca estura, con rectas promedios y casi con los mismos lanzamientos. Siempre observo y estudios sus juegos para aprender que y cuando hacer las cosas”
Para el zurdo nacido en Valencia sería de mucha importancia poder ir a Venezuela, pasantía importante para terminar de madurar sus aptitudes. “Espero que Tampa Bay me permita trabajar unos 25 innings con el Magallanes. Eso me ayudaría a arreglar detalles en mi mecánica y mi control que necesitan ser arreglados a tiempo para poder llegar a nuestra meta”.
Se siente mucho más cerca
Una de las cosas más agradables del Juego de las Estrellas del Futuro fue observar a Carlos Subero dentro del cuerpo técnico que dirigió al Resto del Mundo. Para seleccionar a los técnicos toman en cuenta a los equipos que estén los primeros lugares, situación que no viven los Chattanooga Lookouts, filial Doble A de los Dodgers de Los Ángeles. “Esta experiencia es muy bonita porque te muestra el desarrollo que haz tenido a los largo de los años. No esperaba ser tomado en cuenta, pero recibí el llamado e inmediatamente dije que sí para poder compartir con los muchachos venezolanos que aquí se encuentran”.
El compromiso es muy distinto a lo que a desarrollo se refiere, pero reconoce que pertenecer al roster de técnicos dentro de este evento le permite ampliar sus referencias para próximas metas. “Cada momento que uno vive te muestra que estas más cerca de lo que buscas. Por eso ya tengo tiempo dirigiendo en Venezuela, igualmente en las Ligas Menores, y definitivamente esto me ayuda a avanzar un poco hacia mi meta”.
En el encuentro dominical los prospectos de los Estados Unidos vencieron a los del Resto del Mundo, con marcador de 9 carreras a 1. No fue una excelente tarde para la delegación criolla, pero si dejó claro que hay unas semillas muy fuertes y sanas que pronto comenzarán a dar frutos en le béisbol norteamericano.
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