08 junio, 2010

Silva ha tapado muchas bocas... Hasta ahora.

Carlos Silva hace historia al alcanzar a Wilson Álvarez con marca de 8-0. El mejor inicio de un criollo en las Mayores. Sereno, humilde, pero muy enfocado se muestra Carlos Silva cada vez que se habla con él. Sabe que lo que ha realizado en lo que va de temporada no es cualquier cosa, sin embargo, su humildad no lo deja brotar el sin fin de emociones que carga dentro de su pecho. "Estoy bien contento. Pero primero que todo, todo esto debo agradecerselo a Dios", comentó Carlos Silva para Mi Diario minutos después de alcanzar su octava victoria. En 1994, Wilson Álvarez realizó la misma hazaña, convirtiéndose en el primer venezolano en tener un inicio de temporada tan imponente desde la lomita. Para ese entonces, el lanzador zuliano habría alcanzado su octavo lauro en sus primeras 10 aperturas del año. Para ese entonces, Álvarez tenía trabajado 71.2 episodios y tenía una efectividad bajísima de 2.39. El nacido en Ciudad Bolívar tardó una salida más para alcanzar la marca, pero cuatro episodios menos que el serpentinero marabino. Silva alcanzó su octava victoria con 67.2 episodios trabajados y una efectividad, más que aceptable de 2.93. "Estoy bastante contento por lo que alcancé. No me había enterado del récord hasta que ustedes (periodistas) me lo comentan", confiesa desde la linea telefónica. "Pero todo esto es fruto del trabajo. Pero por encima de eso, a mis compañeros de equipo quienes me han respaldado defensiva y ofensivamente. Comparando el apoyo que sus respectivos equipo, ambos de la Ciudad de los Vientos, Chicago, hay ciertas similitudes que inclinan la balanza en uno u otro caso. Los patiblancos fueron capaces de anotar, en promedio, siete carreras cada vez que el zuliano salía a lanzar. Pero la defensa lo excedía de trabajo constantemente y no era mucho lo que hacían, cometiendo cerca de un error por encuentro y fabricando, apenas, ocho dobleplays. Por su parte, los oseznos caminan bien, aunque respaldando con seis carreras al nacido en Ciudad Bolívar, a la defensiva sólo han cometido cuatro errores en sus once salidas y han salvado al criollo con 12 doble matanzas. Entre ambos, Silva a trabajado muchísimo menos su brazo. Sus salidas oscilan cerca de siete tramos y en una solo dos oportunidades (sus dos últimas salidas) logró rebasar la barrera de los 100 lanzamientos. Wilson, en ocho de sus diez aperturas cuando alcanzó el marca, llegó hasta un mínimo de 110 lanzamientos. Ese empujoncito que ha recibido Carlos Silva de parte de sus compañeros lo ha motivado y concentrado en lo que tiene que hacer. "Cuando veo que ellos hacen sus jugadas y le ponen a cada una de sus rutinas me mantiene más agresivo en la lomita y a buscar a los bateadores". En el encuentro del lunes por la tarde, Silva conectó un imparable y ni siquiera eso lo festeja- Sólo quiere lanzar bien y ayudar al equipo. "Esto está difícil. A veces hasta me pierdo en cuando tengo que lanzar y los muchachos me dicen 'hey, ponte ready, es tu turno', así que eso no es muy importante para mí. Claro está, siempre es bueno tratar de echarte una manito tu mismo empujando o anotando carreras". Para el momento en el que Wilson implantó su marca, ya tenía en su haber un juego sin hits ni carreras, convirtiéndose en el primer criollo en hacerlo. Después de él, Anibal Sánchez y Carlos Zambrano lo han emulado. Silva, dentro de sus metas, ve muy de reojo esa probabilidad. "No lo sé. Si pasa, sería grandioso porque es algo que poquitos venezolanos han hecho. Yo, honestamente, no me pongo a pensar en eso. Yo salgo a hacer mi trabajo y listo. Que pase lo que tenga que pasar". Sí para él un NO-NO era bien difícil, un Juego Perfecto luce por encima de sus aspiraciones. De hecho, casi imposibles de alcanzar. Es por ello que dentro de su mente tiene un recuerdo que aún, después de casi una semana, continúa perturbando las mentes de todos los venezolanos y de los millones y millones que siguen el béisbol de las Grandes Ligas. El pasado miércoles dos de junio, Armando Galarraga realizó la hazaña más grande que lanzador alguno en la historia podría realizar. Lanzar un juego perfecto. Pero el error en una sentencia por parte del umpire Jim Joyce separó al criollo de la historia, al menos en las estadísticas, y de cubrirse de gloria por lo realizado. "Muchacho, yo no quiero ni acordarme de ese día. Nosotros (los jugadores de los Cachorros de Chicago) estábamos en la cocina y cuando vimos la sentencia nos íbamos a volver locos", dice con tono de disgusto, algo que pocas veces deja notar Silva. La sentencia la sintió como suya, "En ese momento pareció que había sido yo el que había pedido perdido el Perfecto. Honestamente yo no se que le pasó a ese arbitro. Se fue del juego. Imaginate que nos pusimos a ver quienes estaban ahí por si había una comiquita y del que menos sospechamos era de él. Creo que hasta racista le dijimos", confiesa. "Ese umpire (joyce) es de los mejores aquí. El llega, te saluda, conversa. Pero en ese momento, se fue del juego. Él tenía que estar listo para cantar out allí así fuese quieto. Con ese te digo todo". El momento será inolvidable para Silva. "Fue trágico esa escena, pero lo que hizo Galarraga (Armando) me enorgulleció más. Su carácter, firmeza, serenidad. Si hubiese sido yo, creo que le mando la bola en la cara o no sé. Después de lo que hizo Armando, me sentí mucho más orgulloso de él". Silva se une a la tecnología.... Después del bochornoso descenlace de ese encuentro, cientos han sido los llamados a la reflexión al Comisionado de las Grandes Ligas, Bud Selig, para que aprueba de una vez por todas las repeticiones para todas las jugadas durante los encuentros. Silva considera que este tipos de cosas no deben ocurrir nuevamente, y menos al nivel de juegos como el que hizo Armando, por lo que apoya incondicionalmente la propuesta de extender los 'Replays' a todas las jugadas. "Tiene que hacerse de una vez por todas chamo. ¿Tú tienes idea de lo difícil que es lanzar un juego de ese tipo? Mira, mi ídolo de toda la vida, quien para mí es y ha sido el mejor lanzador en las Grandes Ligas, Nolan Ryan, lanzó una enorme cantidad de juegos sin hits ni carreras, pero nunca un Juego Perfecto", enfatiza. "Cualquier cosa puede arruinarte un juego así", explica. "Un boleto, te quita la perfección. Un error, también, pero una sentencia, y además, tan descaradamente clara, no. Así los juegos se hagan más extensos, deberían aplicarla. O por lo menos, en momentos claves. Pero eso no debe tardarse tanto". Silva intentará, en su próxima salida, escribir una página importante en la historia de su equipo cuando intente aumentar su cadena invicta e iguale a Ken Holtzman, quien en 1967 logró la marca de nueve victorias sin conocer un descalabro. Publicado en el periódico Mi Diario y ampliado especialemente para este espacio.

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