¿Qué piensa usted cuando escucha el nombre de Omar Daal? Seguramente que jugó con los Leones del Caracas, Navegantes del Magallanes y una pequeña pasantía por los Tigres de Aragua.
Tal vez recuerde que lanzó con los Cascabeles de Arizona, siendo el primer criollo en pertenecer a la organización que recién iniciaba sus pasantías en la MLB, en 1998. También trabajó con los Phillies de Philadelphia y los Dodgers de Los Ángeles hasta cerrar su carrera con los Orioles de Baltimore.
Si es fanático caraquista o aguilucho, por supuesto que recordará que él era el lanzador del tercer encuentro de la Gran Final entre Leones y Águilas cuando Omar Vizquel, después de ganar su segundo Guante de Oro en la MLB, hizo aquella extraordinaria jugada en el campocorto con batazo de Rubén Amaro Jr. para matar un rally que habría sepultado las esperanzas campeoniles de los melenudos, en la zafra 1994-1995.
Estoy muy seguro que solo recuerda que tiene la marca de derrotas para un venezolano en una temporada cuando cayó 19 veces en la zafra del año 2000 cuando dividió sus servicios entre los desérticos y los cuaqueros.
Pero le aseguro que por su cabeza no pasa que es dueño de una marca para un lanzador en Las Mayores, específicamente, si entre los brazos zulianos hacemos mención. Es lógico pensar que los nombres de Ramón Monzant vengan a nuestra mente, sobre todo si piensa en el primer nativo de la tierra de Pompeyo Davalillo. Porque no al mismo Wilson Álvarez, primer criollo en lanzar un juego sin hits ni carreras y conseguir 100 satisfacciones en el ‘Big Show’. Tal vez los nombres de Juan Rincón, Géremi González, incluso Julio Machado, máximo rescatista zuliano en las Grandes ligas.
Pero le aseguro que por su cabeza no pasa que es dueño de una marca para un lanzador en Las Mayores, específicamente, si entre los brazos zulianos hacemos mención. Es lógico pensar que los nombres de Ramón Monzant vengan a nuestra mente, sobre todo si piensa en el primer nativo de la tierra de Pompeyo Davalillo. Porque no al mismo Wilson Álvarez, primer criollo en lanzar un juego sin hits ni carreras y conseguir 100 satisfacciones en el ‘Big Show’. Tal vez los nombres de Juan Rincón, Géremi González, incluso Julio Machado, máximo rescatista zuliano en las Grandes ligas.
Jhoulys Chacín va encaminado esta temporada a superar la marca que impuso el zurdo marabino en 1999, en su segunda temporada con los desérticos, cuando sumó 16 victorias. Y sí, repito, no fue ‘El Intocable’ Álvarez, dueño de la segunda mejor marca para un zuliano con 15 lauros.
“¿De verdad? ¿Yo? Creo que ha habido unos cuantos que han ganado hasta 20”, responde confundido Daal a través del hilo telefónico desde Gilbert, en Arizona, al comentarle el motivo de la muy trabajada llamada.
Su empleo como scout hasta el año pasado, y ahora dedicarse a pasar sus conocimientos a su hijo de 17 años, José, hizo complicado el contacto. “¡Vaya, qué orgullo!”, dice más sereno al saber que la marca es para lanzadores zulianos, nada menos importante.
“Siempre pensé que esa marca era de Wilson, pero es bueno saber que al final uno tiene algo para mostrar”, continuó el serpentinero que por 11 años viera acción en el máximo nivel del béisbol (para ese momento, antes del llamado Clásico Mundial y el dominio asiático).
Daal llegó a Arizona en 1998 siendo la elección número 31 en el draft que se realizó, en medio de la expansión, para que los Cascabeles comenzaran su trajinar en la Liga Nacional. Ese año dejó números aceptables, a pesar de la marca de 8 victorias y 12 caídas, pero con la quinta mejor efectividad del viejo circuito al acumular 2.88 en 162.2 episodios, su primera gran temporada.
“No tenía apoyo ofensivo de mis compañeros”, justificó. “Pero sí mi colocación y precisión para poner mis envíos en strike”, contó el ganador de 68 encuentros en su carrera. Pero la dicha llegarìa en 1999. En la campaña anterior los Cascabeles habían anunciado parte de lo bueno que podrían ser a pesar de ser una organización joven.
En diciembre de ese año firmaron al agente libre Randy Johnson, veterano de 35 años con marcas por cumplir en corto plazo para ese entonces. “Ese sí lanzaba duro. Tenía una recta entre 98-100 mph, constante. Era increíble ver a ese señor en la lomita”, recordó con emoción quien más beneficiado se vió por la presencia de la “Gran Unidad”.
“Yo era el segundo en la rotación del equipo y eso me daba una gran oportunidad porque los bateadores contrarios andaban como locos. No era para menos, después de ver la metra de él y yo con una de 87-88 mph, era complicado para ellos poder hacer ajustes”, explicó. “Además, yo era de muchos pitcheos quebrados, Randy con poner la recta donde quisiera tenía”, agregó.
Daal y Johnson tuvieron una bonita amistad esa zafra y media que tuvieron juntos. “Él era muy serio pero era un gran profesional y amigo. Siempre conversábamos mucho sobre la pelota”, añoró en medio de la tertulia. “Aunque no lo creas, me decía que quería poner la bola como yo. Yo le respondía que quería lanzar por encima de 90mph”, contó en medio de una carcajada. “Siempre me ayudó diciéndome que no tuviera miedo a los bateadores. Con mi colocación podía hacer muchas cosas desde la lomita”.
Para Jhoulys Chacín la meta no es lejana. Ambos llegaron a 10 victorias en la zafra en la misma cantidad de presentaciones. Chacín irá en busca de la 11 ante los Mets de Nueva York entre miércoles y jueves. Con esa victoria empataría su mayor cantidad en su carrera para una zafra, alcanzada en el 2011.
“Él (Chacín) se ha establecido y agarrado el ritmo. Ha estado mejorando en cada año. Aunque en esta temporada no he podido verlo con regularidad, sé que anda haciéndolo bien. Es más, ojalá Carlos González se recupere pronto para que batee y le eche una manito”, bromeó el exserpentinero de 41 años y que fue pretendido por las Águilas del Zulia para ser coach de pitcheo, en la temporada 2006.
“Yo le deseo lo mejor. Espero que alcance esa marca y que la supere este mismo año. Es algo que hará muy orgulloso a todos los zulianos, en especial a mí. No es sencillo ya que en el béisbol tú trabajas para hacer algo y a veces no se te dan las cosas. Yo solo le deseo lo mejor para el resto del año”.
DATOS QUE VALEN:
- Ambos lanzadores llegaron a su décima victoria en su salida número 21. Curiosamente suman la misma cantidad de derrotas. Jhoulys sumó nueve este año desde el 21 de mayo hasta el 4 de julio.
- Daal tuvo ocho salidas consecutivas sin conocer la derrota. Daal tuvo mejor soporte ofensivo esa campaña con 5.39 carreras por juego. Chacín apenas es apoyado con 4.83 cada vez que está en la lomita.
- Dependiendo la cantidad de días que descanse, le quedan entre cuatro y cinco juego en casa y en la carretera. Fuera de Coors Field se ha visto intraficable con 4-2, 1.78 de efectividad y 39 ponches en 50.2 episodios.
- Hasta el año pasado, Daal fue scout para los Cascabeles de Arizona. Actualmente está con sus hijos de 17 y 14 años. El mayor, José, es lanzador y está en la Universidad. Nicolás es el más pequeño y practica baloncesto esperando seguir los pasos de Greivis Vásquez.
- Jugó pelota en Venezuela hasta el 2004. En el 2006 le ofrecieron empleo como coach de pitcheo pero decidió no hacerlo por su inexperiencia. Quería compartir más con su familia.
- Daal salió Arizona en el 2000 en un cambio que involucró a otros tres compañeros de equipo. Llegó a los Phillies de Philadelphia por Curt Schilling. Ese año los Cascabeles derrotaron en siete encuentros a los Yankees de Nueva York en la Serie Mundial. Randy Johnson y Schilling compartieron el premio al Más valioso.
Publicado en Mi Diario, Maracaibo, el 8 de agosto. Adaptado especialmente para este espacio. Alberto Linares participó en esta nota ofreciendo los datos de la marca de Omar Daal.
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