La gerencia rapaz no desestima tomar decisiones contundentes de mantenerse el mal momento. Pero tampoco tienen en sus planes formar una cacería de brujas buscando culpables.
No es un secreto que el mal momento que vive Águilas del Zulia es para alarmarse. Sólo dos victorias en nueve compromisos harían temblar a cualquiera, sobre todo por lo parejo que se ha visto el inicio de temporada.
Sin embargo, las altas voces de mando de los rapaces tienen plena confianza en su gente y piensan que una victoria los sacará del bache perdedor que los ha llevado a cinco derrotas de forma consecutiva.
“Siempre los equipos tienen malas rachas. En este momento nos tocó a nosotros y todos saben que esto es mejor equipo que lo que estamos mostrando. Pero, estamos trabajando, apretando los tornillos y ajustando las cosas”, comentó “Mako” Oliveras, mánager de los rapaces que hasta ahora no ha podido mostrar su extenso currículo victorioso en el Caribe.
El mal momento no lo ha alejado de la posibilidad de dejar su cargo. “Si te digo que no lo he hecho, te estaría mintiendo”, respondió al colega Wilmer Reina.
“Le dije que levantara la cabeza. La misma desesperación le hace swing al primer lanzamiento. Es fácil hablar desde la banca y la tribuna. Pero la desesperación de ganar y producir te hace hacer cosas que no debes hacer”, hablando de la dramática imagen que mostró Darin Mastroianni al entregar el último out del juego teniendo la carrera del empate en la tercera base.
“Yo no vine aquí a perder. Pero no voy a dejar que eso (las cinco derrotas al hilo) afecte mi manera de dirigir. Trato de que eso no le afecte a mi equipo. Si yo hablo negativo eso es lo que cosecharé. Estamos viendo muchas cosas buenas, y como he dicho varias veces, Roma no se hizo en un día. Como padre y mentor de esos muchachos debo luchar porque no se me caigan. Cuando eso pase, seré yo quien me vaya”.
Las cosas no han pintado bien, pero a pesar de eso, la gerencia rapaz no se ha quedado de brazos cruzados. Despidieron a Brian Dopirak y ya tienen dentro del equipo a un lanzador que estará en el relevo, al menos, cinco innings por semana, mostrando que el pulso no temblará al momento de tomar decisiones. Pero eso, por ahora, no hará que pierdan la confianza en el dirigente boricua.
“Mako tiene toda nuestra confianza”, respondió Ruperto Machado Ascanio, gerente general de Águilas del Zulia. “No hemos podido ganar y no es porque no se estén tomando las decisiones correctas. Estamos peleando los encuentros y echarle la culpa (a Mako) no sería lo correcto. Todo nuestro roster ha visto acción. Decidimos salir de Dopirak y movimos a Estanga a la paralela. No nos quedaremos tranquilos hasta mostrar lo que realmente somos”.
La paciencia se mantiene intacta. Al menos eso se muestra en cada momento que se le interroga por determinado jugador al estratega rapaz quien en la semana ha puesto, al menos, a tomar un turno a todos sus jugadores, pero manteniendo a Henry, Pirela, Bynum, Mejía y Mastroianni como los más fijos.
“¿Cómo tú sientas a Mejía? ¿Lo harías?”, responde “Mako” si en algún momento puede tomar la determinación de darle una dosis de banca a unos de sus “caballos”.
“Mastroainni no va a jugar mañana. Es lo más probable. Ese es un muchacho que está comprometido con el club. El jueves vino para la práctica libre y eso te demuestra que quiere mejorar”, aseguró Oliveras.
Los rapaces han tenido cierto respiro en los encuentros. Han contado con una banca que les ha respondido en ciertos momentos del juego así como con un relevo efectivo que no ha permitido mayores libertades a los rivales. Ejemplos específicos de los que habló Oliveras, Rodney Medina.
“Medina habló con (Bárbaro) Garbey acerca de los momentos que él toma con gente en base y escuché que le prometió que haría caso. Hoy (sábado) fue así y pudo traernos par de carreras”.
“Aquí lo que hay es que buscar un psiquiatra o su psicólogo”, haciendo aún más un llamado a la poca paciencia que se está teniendo en el plato en los turnos claves donde no se ha bateado al otro lado del campo, movido a los corredores y traído las carreras.
Acerca del caso Bynum, tiene la esperanza que las cosas se nivelen para el tercera base quien alargó a 17 sus turnos sin conectar imparable, momento que se remonta desde el 15 de octubre, ante Lara. De hecho, la alta gerencia le sigue entregando su voto de confianza.
“Hablar de casos como los de Bynum, “Mako” y Mastroianni son muy prematuros. Bynum arrancó bien con el bate pero no nos atajaba. Ahora mejoró un mundo con su defensa y no ha podido ligar", explicaba Machado. "Aquí todos estamos trabajando para un mismo fin y es ganar. Nadie va a jugar para perder. Mucho menos los jugadores que hemos traído para esta temporada. Exceptuando a Dopirak que se sabía que venía con una tarea de mostrar si estaba en condiciones de jugar y si no, pasaría lo que pasó”.
“Aquí el problema no es Bynum, ni Mastroianni. Aquí el problema es que nadie está bateando. ¿Quiénes batearon? La banca. Tampoco soy yo el problema, pero yo sí sé cómo resolverlos”, exclamaba Oliveras acerca de cuan ligera será la espera por los importados que aún no han respondido.
“Yo sé que es fácil decirlo (sobre la paciencia) pero la fanaticada, esa que es fiel para apoyar en las buenas, debe serlo en las malas. ¿Ustedes se imaginan a un padre en su casa desesperado con 10 hijos? ¿Cómo van a sentirse? Presionados, frustrados. Eso no lo van a ver en mí. Yo confío en mi equipo y sé que de esta vamos a salir”, expresaba Mako.
El lamado viene de parte y parte. “Sabemos que (los fanáticos) están tristes y tal vez molestos. Cualquier persona que le guste ganar lo estaría. Pero aquí no estamos de brazos cruzados. Ya estamos moviéndonos para tener lo antes posible con nosotros a Colin Curtis para que se ponga a tono lo más pronto posible y comience a ayudarnos. Y así van a seguir siendo las cosas. Pero sería genial que los fanáticos nos apoyaran. Hemos hecho un esfuerzo enorme por formar el gran equipo que tienen. No estamos ganando, pero sabemos que vamos a corregir las fallas para darles a todos lo que prometimos”, refuerza Machado Ascanio.
“Yo Mako Oliveras, le digo a esa fanaticada que es fiel, que necesitamos que llenen esas gradas. No por Pepo, ni por Mako, si no por los peloteros. Ellos son los que los escuchan a ustedes. Ellos son los que se entregan en cada juego y les he dejado bien claro que deben jugar así. Respetando la camiseta y a las personas que llenan las tribunas”, soltaba un Oliveras que aún, a pesar de las adversidades, sigue mostrando una chispa positiva en cada una de sus conversaiones.
En conclusión, del alto mando nadie mueve. Es un hecho que Oliveras estará con el equipo hasta finalizar octubre junto con muchos de los otros importados. No hay planes de que llegue uno antes y que la confianza es plena en todos los bloques que conforman la organización rapaz.
Un relevo que permita sólo cinco carreras en los últimos siete compromisos (hablando de 1.78 de efectividad en 34.1 tramos) habla de un buen momento en el relevo y de un duro momento generalizado por los abridores de 4.78 (15 carreras en 28.2 episodios).
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