15 julio, 2010

Terminó una tormenta, pero el calvario parece ser el mismo para los fanáticos zulianos

La tormenta que comenzó en el mes de diciembre terminó en julio. Águilas del Zulia y Alberto Callaspo rompieron, finalmente, relaciones para la próxima temporada, enviando al infielder aragüeño a las filas de los Navegantes del Magallanes por tres prospectos de ligas menores.

Los lanzadores Alex Torres, Arcenio León y el campocorto José Pirela, fueron las tres piezas de cambio que sedujeron al alto mando rapaz para que entregaran -o salieran- del infielder aragueño. "El equipo necesitaba de lanzadores, que fueron nuestras deficiencias en la temporada pasada. Por otra parte, le abrimos camino a nuestros prospectos en el infield, de quienes pensamos ya están listos para jugar a diario", fue una de las razones que expuso Jorge Urribarrí, miembro de la junta directiva rapaz.

Desde el mes de diciembre Águilas y Callaspo tenían su "trompo enrollao". Los rapaces no contaron con el accionar de uno de sus principales bates en la serie frente a los

Cardenales de Lara jugada en los Estados Unidos, donde los zulianos cayeron en par de oportunidades comenzando una racha perdedora que casi los deja fuera de la postemporada. La razón: una discusión entre Callaspo y el lanzador Jean Carlos Granados no permitió que el infielder grandeliga se montara en el avión, alegando problemas con su documentación.

Estos mismos personajes ya habían dado de que hablar en la temporada pasada cuando ambos estuvieron involucrados en una situación en un hotel de la ciudad donde, al parecer, ambos peloteros discutieron con huéspedes del hotel y pasaron la noche detenidos en una prefectura de la ciudad.

En pleno desarrollo de la postemporada en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, el aragueño debió partir a los Estados Unidos para cumplir compromisos con los Reales de Kansas City, equipo con el que juega, de forma regular, en las Grandes Ligas.

Callaspo abandonó, con permiso aprobado, a la novena naranja en un momento difícil ya que que los zulianos no contaban ni con Gerardo Parra, lesionado de una pierna, ni con Carlos González, por molestias en una de sus muñecas. La partida de Callaspo fue la gota que derramó el vaso y lo que iniciaría el divorcio de una relación de varios años.

Cuando se desarrollaba la Serie del Caribe en Margarita Callaspo no pudo soportar más y, en una entrevista exclusiva ofrecida al colega Augusto Cárdenas, el oriundo de la ciudad jardín se quejó abiertamente de que no soportaba más el maltrato de Águilas del Zulia descontado aquellos días de "permiso", cosa que no aceptó.

"Yo le dije que ya me he aguantado muchas cosas que no me han gustado en el trato, no como persona, sino como pelotero. Ya tengo ocho años en esta liga y no me pueden estar tratando como un novato. En esas condiciones, no puedo seguir con el equipo”, protestó. "A mí no me importa que no me paguen ese dinero, pero me hubiesen llamado, explicado, y yo lo acepto”, acotó. “No tenía que enterarme al cobrar”.

De ahí en adelante las relaciones entre ambos quedaron en un abismo. Después de unos días el pelotero recibió su pago y, al parecer, las cosas ya habían quedado atrás. En el pasado Spring Training le preguntamos a Callaspo acerca de sus relaciones con el equipo: “Ya las cosas se han ido enderezando. No me han dicho nada aún, pero yo creo que todo se va a arreglar. Vamos a esperar que llegue allá a ver qué es lo que es”. Jorge Urribarrí, gerente deportivo del club rapaz, afirmó el viernes 9 de abril que "Callaspo es y seguirá siendo aguilucho". También desmintió cualquier rumor acerca de un cambio con el equipo de los Navegantes del Magallanes.

Ahora bien, las cosas obviamente no marcharon como se pintaban. Callaspo en Estados Unidos continuaba jugando su pelota y la gerencia rapaz continuaba sus movidas en Venezuela. De hecho, hasta llegaron a mofarse de que Callaspo no sería cambiado ni por 4 ni por 10 lanzadores ganadores del Cy Young. Todos esos movimientos llegaron hasta lo sucedido el día de ayer cuando la ficha de Callaspo pasó a Magallanes.

Analizando las explicaciones hechas por Urribarrí, de alguna manera tiene sentido. Por una parte explicó que la partida de Callaspo le brindaría a las jóvenes promesas Harold García y Henry Rodríguez jugar a diario, creando una dupla bastante prometedora en un futuro no muy lejano. También está el nombre de Luis Núñez en la antesala que, en mi opinión, debe ponerse allí a desangrarse a jugar hasta que se convierta en el líder de esa posición en el equipo. ¿Qué no batea? Consigan la forma de que lo haga. Defensa tiene y más que comprobada.

Otros dos nombres están allí: Wladimir Sutil y Mario Lisson. El primero perdió su puesto primero por lesión y segundo por la sorpresa más grande que el equipo se ha llevado, con Rodríguez. Obra maestra del trabajo realizado por Leonel Carrión y Orlando Muñoz en la Liga Paralela. Lisson, por lo que se ve, no entra en los planes directos del equipo, ya que Urribarrí anunció que el equipo busca un tercera base importando para esta temporada, junto con tres guardabosques.

¿Lo malo de ello? El equipo se quedó sin un capitán de experiencia en el infield. Los zulianos fueron el peor equipo durante toda la temporada en ese aspecto, cometiendo hasta más de 25 errores en una sola semana. Callaspo, en cierta forma, brindó seguridad en el cuadro interior. Obviamente, contar con el liderazgo de uno de estos chamos es un riesgo que tendrán que correr.

Otro punto bueno del cambio: la llegada de dos buenos brazos, jóvenes y con muchas expectativas dentro de sus equipos. Alex Torres está en doble A. El valenciano participó en el Juego de las Estrellas del Futuro el pasado domingo donde lanzó por espacio de un episodio permitiendo sólo un inatrapable. Pertenece a la organización de las Rayas de Tampa Bay y actualmente mantiene récord de 8 -3 con 2.90 de efectividad con 90 abanicados.

Por su parte, León tiene 2-2 con cuatro salvados, 2.33 de efectividad con 60 ponchados en 54 episodios en clase A, en las menores de los Astros de Houston. Este último, según comentó Urribarrí, es de quien más se espera. Fue la piedra de tranca en las negociaciones MIL VECES negadas que había entre Magallanes y Zulia.

¿Lo malo? No hay seguridad de que puedan jugar. Cada uno es prospecto de calidad en sus organizaciones, por lo que sus permisos están en veremos para la próxima temporada. “Son riesgos que se corren”, respondió Urribarrí. “Pedíamos lo mejor y lo conseguimos… Esos chamos son lo mejor que hay. Si no buscaba pitchers aquí, ¿dónde los voy a buscar? ¿En Italia? Esperaremos por los planes de pitcheo y ahí veremos”. Lo que nos hace ver que los planes son más a futuro que para pelear esta temporada un campeonato, pensando en su aporte.

José Pirela es otra buena adquisición. El muchacho posee buenos números en clase A con los Yankees de Nueva York. Acumula 15 bases robadas, con 38 rayitas anotadas, 35 remolcadas y promedio de .228 de Ave. Lo malo es dónde lo pondrás a jugar si ya cuentas con las piezas justas para tu cuadro. Más material en las granjas que podría retrasar su desarrollo al no poder ver acción de forma regular. Lo recibido es bueno. Pero....

Ninguno de ellos tres brindará la alegría que el bate de Callaspo le daba al equipo. Todas las temporadas que jugó para el Zulia era quien mantenía nivelado al equipo mientras Parra y ‘Cargo’ se uniformaban, y este año no hay vientos que soplen a favor de que uno de ellos dos pueda uniformarse con los emplumados. Entonces, sabiendo esto, ¿Qué otras razones podrían existir?

Simples de ver. Primero, los zulianos Carlos González y Gerardo Parra se encaminan a tener una temporada más extensa en la MLB este año, y González pinta para meterse entre los 10 mejores de las Mayores en varios departamentos ofensivos, por lo que sus costos, para este año, podrían ser muy elevados. Callaspo, en Venezuela, vale lo que una súper estrella en Estados Unidos. Conoce, rinde y juega, casi completo, toda la temporada.

El temperamento de Callaspo, quien a pesar de ser de pocas palabras ante la prensa sabe como soltarla en el dugout, podría ser otra de las razones. A nadie le gusta tener una manzanita que trate de dañar a las demás. Otro problema resuelto.

Pero, ¿Es que acaso no hay nadie que imponga respeto allí? Al parecer no. Águilas tendrán a un nuevo estratega y para rematar aún están en busca de quien pueda completar el cuerpo de técnicos del club, por lo que la llegada de un desconocido con un muchacho revoltoso en el equipo no era buena señal. Sin embargo no le encontramos justificación.

El fallecido Géremi González se fue al Magallanes por las mismas razones y en los otros clubes donde estuvo supo mantenerse al margen de su trabajo y dedicarse a lanzar, lo que nos muestra el poco control que alguien pueda tener dentro del equipo.

¿A qué juega a esta gerencia? Nadie lo sabe. El año pasado salieron de un receptor como Humberto Quintero y a cambio recibieron a tres jugadores de bajo perfil, pero que al final mostraron más de lo esperado. Edgar Estanga, fue de los más regulares en el bullpen. Sutil, a pesar de su defensa, fue buen bate. Una lesión lo obligó a ver menos juegos y la llegada de Rodríguez lo sacó de los papeles.

Ernesto Mejía, se llevó todo: Novato y Más Valioso del Año, con la única incógnita de que no se sabe quien lo trajo en realidad. Tanto la gerencia como Eduardo Pérez se daban el crédito del inicialista llanero. Así que la suerte será lo que prevalezca con estos tres chamos.

La fanaticada espera ver a los rapaces metidos en los papeles de un campeonato. Tres postemporadas en los últimos diez años no son crédito para los movimientos realizados. La gente espera ver a sus Águilas ganar un campeonato y no esperar a ver los frutos de una reestructuración que cumplió ya una década. Talento hay y mucho. Pero ese talento no podrá ser disfrutado a placer. Ejemplos como el de Yeiper Castillo, quien lanzó restringido por poquito más de 20 innings mostraron una deficiencia al momento de no contar con él.

Faltan tres meses para ver el resto de los movimientos. El próximo lunes se reunirán los ochos equipos con la liga para una convención que podría traer más cambios. Ojalá y estos le brinden a los zulianos la oportunidad de tener a un competidor desde el primer día temporada del 2010 y no para la del 2013, cuando se espera que los nuevos integrantes comiencen a rendir. ¡Suerte pues!

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