02 abril, 2010

"Sólo quiero ganar la Serie Mundial"

Después de dietas, ejercicios, helicópteros y demás distracciones, Pablo Sandoval está listo y quiere jugar en octubre... La Serie Mundial. (Scottsdale, Arizona) Hablar y compartir con un personaje como Pablo Sandoval te tiene que dejar algo. ¿Por qué? Por la humildad, sencillez y entrega que tiene para todas las cosas que hace tanto dentro como fuera del campo: su primera y gran pasión. “Kung Fu Panda”, como es conocido en el béisbol de las Grandes Ligas, disfruta de una gran salud, un gran potencial para jugar a la pelota y un carisma único para tratar con las personas. No importa quién seas, el siempre ha demostrado disposición para hacerlo. “Uno nunca debe cambiar chamo. Tengas o no plata y fama debes seguir siendo igual que siempre. Al menos eso me enseñaron en mi casa y así pienso que deben ser las cosas”, comenta Sandoval cuando le preguntamos si el acoso de las personas no le molesta. “Lo más duro de ser pelotero es la fama”, señala el ahora tercera base de los Gigantes de San Francisco, equipo que lo tiene como una de las grandes promesas en el futuro inmediato. “Pero uno debe entenderlo. Es como si yo cuando era chamo no hubiese estado en su situación pidiendo autógrafos, pana”, dice Pablito mientras sale de la caja de bateo donde cultiva sus sueños y logros, en los campos de entrenamientos en Scottsdale, Arizona. Pablo, encantado y, como todo un niñito relatando una historia de aventuras, en las jaulas de bateo donde entrenan los Gigantes en el Spring Training, sigue su cuento: “Mira, esto es tan bonito que una vez salí a comer con mi papá, Amelia (su mamá) y mi pequeña hija, en San Francisco. Yo no había jugado ese día porque estaba enfermo. La gente cuando me vio empezó a decirme ¡Panda! ¡Panda! Es difícil dejar pasar esas cosas. Pero lo mejor, es que no me dejaron pagar la cuenta (Risas). Se siente bonito cuando te quieren”. Pablo está por los fanáticos y se debe a ellos. “Yo amo a mis fanáticos así como ellos a mí”. Y hay que estar seguro de algo, que si no lo quieren por que es rival de otro equipo, lo van a querer por lo que representa actualmente para el béisbol y el deporte: ejemplo de constancia, humildad, profesionalismo y corazón para hacer las cosas que quieres. A falta de un día para que arranque el béisbol de las Grandes Ligas, el equipo de los Gigantes de San Francisco tiene todo listo para comenzar. Mejor dicho, ya tiene a su “Arma Mortal” lista para salir al ataque “Estoy fino mi pana”, responde Sandoval cuando se le pregunta acerca de su salud. En La Bahía ya no se preocupan por su peso. Al contrario, desde octubre esta fajado para cumplirle al equipo. “Ellos están contentos con mi peso. De hecho, bajé más de lo que ellos querían”, relata Pablo, quien esta temporada no quiere demostrar nada más de lo que ha hecho desde que fue subido a las Mayores. Ahora quiere verle el fruto a su trabajo. “Quiero llegar a la Serie Mundial”, confiesa. “No quiero Guantes de Oro, ni Bates de Plata, ni Juegos de Estrellas. Quiero un anillo de campeón porque eso es lo que de verdad importa, para lo que uno trabaja y lo que realmente muestra que juegas para un equipo y que ese equipo esta unido para afrontar seis meses de temporada”. Para ello el equipo se encuentra bien armado, a opinión de “Kung Fu Panda”. “Tenemos el mejor pitcheo de las Mayores. Lincecum, Cain, Zito y Sánchez. Ahora contamos con Mark De Rosa y trajeron a un veterano como Bengie Molina. También hay veteranos como Renteria, Rowand y Uribe que podrán ayudarnos a equilibrar la juventud del equipo con la veteranía que ellos tienen”, completa el nacido en Puerto Cabello. De una esquina fuerte, a otra más caliente A Sandoval no le ha pegado el cambio a la tercera base, posición que cubrió durante casi todo el 2009 alternado con unos juegos en la inicial y otros mínimos en la receptoría, la posición que realmente le gusta a Pablo. A pesar de haber cubierto de buena manera el tercer cojín el trabajo que han realizado para poner a "Pandoval" a tono para cubrir la "esquina caliente" se ha basado en realizar más actividades físicas como lo hacen en el fútbol americano. “Estamos trabajando con las reacciones para poder salirle rápido a los batazos hacia adelante, por ejemplo. El trabajo con las pesas, abdominales y correr me tiene bien activo. Tomo muchísimos rollings hacia los lados y hacia adelante cosa que siento que comienzo a dominar cada día más”. Los porcentajes de fildeo de Pablo no muestran que deba hacer grandes ajustes para esta temporada. En 132 encuentros jugados en la antesala ha cometido 11 errores para un muy aceptable .960% de efectividad. Del bateo, ni pendiente. Pablo sigue igualito que siempre dando sus líneas tendidas, bateando hacia la banda contaria y, por supuesto, dejándola detrás de la pared en el outfield. “Me siento con más fuerza. Más rápido con el swing. Es más, estoy jugando con un bate más pesado y ni lo siento”, comenta el jugador sensación de los tejanos. A pesar de no ambicionar con títulos de bateo e impulsadas, "Pandoval" no se duerme en su intento de dejar, al menos, los mismos números que el año pasado, cuando promedió .330 de promedio, 90 carreras impulsadas y 25 cuadrangulares. Sí las cosas con su físico y habilidad para batear han mejorado como el dice, no será nada complicado que el de Puerto Cabello se monte en el potro de las 100 remolcadas y los 30 o más jonrones. Lo que más se ha vacilado el infielder del equipo de La Bahía es el Grand Slam que le conectó a Carlos Zambrano al inicio del Spring Training. “Nosotros siempre estábamos bromeando acerca de esas cosas. Que un día le iba a dar un palo, y ahora le pude dar uno bien largo”. Sin embargo, no se confía ya que es el lanzador más difícil que le ha tocado enfrentar. “Zambrano es impresionante. Se le mueven muchos los lanzamientos y no sabes con qué te puede venir en determinado momento. Este año trabajé mucho en poder concentrarme para poder conectarle más. Sí puedo batearle a él, puedo con quien sea”.

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