20 abril, 2010
"Sandoval tiene un valor ilimitado"
Felipe Rojas Alou recuerda con cariño su pasantía por Venezuela
El béisbol venezolano guarda gratos y bonitos recuerdos para la mayoría de los extranjeros que han pisado nuestra tierra, buscando cumplir un sueño. El nivel de nuestra pelota representa un gran trampolín para todos aquellos que desean llegar al estatus más grande para un jugador, las Grandes Ligas, aparte de una ardua preparación que implica esfuerzo y dedicación.
Pero no sólo los jugadores tienen dicha oportunidad. Los técnicos también han venido a nuestra patria para prepararse en el mundo del coacheo, donde ya varios han llegado a dirigir en los equipos grandes, entre ellos, Pete Mackanin, quien cumple funciones con los Filis de Filadelfia como coach de banca, al lado de Charlie Manuel. O el mismo John Russell, alto jerarca de los Piratas de Pittsburgh junto con los criollos Mike Sandoval y Heberto Andrade. Ambos, estuvieron en Venezuela dirigiendo a las Águilas del Zulia. Junto con ellos, muchos más que han intentando mantener esa chispa de jugador que tuvieron cuando chamos y, debido al importante aporte que tienen nuestras ligas, se interesan en aprender de la picardía del resto de los estrategas que dirigen en suelo patrio.
Uno de esos personajes fue Felipe Rojas Alou, quien no sólo pisó Venezuela para triunfar como técnico, sino también para arrastrar con él a otros criollos a nivel profesional, hacia el estrellato. El nacido en Haina, República Dominicana, quién cumplirá 75 años el próximo 12 de mayo,habló con Mi Diario, en Glendale, sede de los Gigantes de San Francisco en el Spring Training, mucho después de una carrera profesional, como dirigente exitoso con los Expos de Montreal y los Gigantes de san Francisco. Allí tuvo un respetable récord de 1033 victorias por 1021 derrotas, y ganarse, en 1994, el premio al Mánager del Año con la organización canadiense.
¿Cómo comenzó su transitar en Venezuela?
-Yo llegué a Venezuela en 1977 para dirigir a los Leones del Caracas. Allí comencé mi carrera como mánager. Era mi primera vez dirigiendo en la pelota invernal, donde casualmente también había iniciado en doble A. Fue muy interesante ya que eran muy pocos los que teníamos la oportunidad de dirigir en Venezuela, sin pasar por el nivel de Ligas Menores. Por eso, yo le agradezco mucho a los Leones y al pueblo de Venezuela por esa bonita oportunidad. Teníamos un gran equipo con jugadores de gran valía y eso ayudó a ser exitosos y que mi carrera comenzara bien.
¿Le fue bien en esos años?
¡Claro! Esa primera temporada ganamos de punta a punta el campeonato. De hecho, uno de las joyas más importantes que tengo en mi oficina es un anillo que me regaló Oscar “El Negro” Prieto que dice: “De punta a punta”, en mención a la extraordinaria temporada que tuvimos. Ese año fue extraordinario. Después dirigí al Magallanes (Navegantes), con quien tuve otra gran experiencia, no muy buena, ya que sólo fui una vez a playoffs. Pero tengo la satisfacción y el orgullo de decir que soy de los pocos que tuvo el privilegio de entrenar a los "Eternos Rivales".
¿Recuerda a los jugadores que dirigió en aquel entonces?
Sí. Recuerdo que con nosotros estuvo Baudilio Díaz, Antonio Armas, Jesús Marcano Trillo, Pablo Torrealba, Luis Peñalver y Wilibaldo Quintana, También estaban naciendo jugadores como Leonardo Hernández y Andrés Galarraga. Casi nada pues. Eramos muy unidos y casi invencibles. ¡Oh, que grandes eramos muchacho! (risas).
Usted prácticamente descubrió a Andrés Galarraga, ¿Qué fue lo que vio en él?
-A mí me lo recomendó Francisco Rivero. Me dijo que tenía un muchacho que esta gordito, pero tiene una gran agilidad y puede batear y está jovencito. Lo único que no me gustó fue que me dijo era gordito. Cuando lo vi, estaba gordote (risas). Pero aún así mostró gran agilidad, manos muy buenas, brazos muy buenos, corría y gran poder al bate, todo es su primera práctica. Así que por medio de mi organización en aquel tiempo (Expos de Montreal) lo firmamos, a pesar de que ellos se pusieron con cosas, que sí estaba gordo, que no corría. Sin embargo, estuvo unos meses esperando hasta que finalmente lo firmamos.
¿Fue injusto que ‘El Gato’ no entrara al Salón de Fama después de todo lo que alcanzó?
-Esos son los procedimientos que hay hoy en día, cosas por las cuales me preocupo mucho. Pero tu cuando tienes tiempo en el béisbol sabes quien es un hombre de Salón de la Fama, y él, definitivamente, es un hombre de allí. Tarde o temprano él va a entrar. Sólo espero estar vivo cuando eso ocurra. Él es otra de las bonitas historias de jugadores latinoamericanos que no se ven tan bien físicamente, pero que son mentalmente sanos y con gran manejo de sus condiciones y, por sobre todas esas cosas, un gran hombre. Un Salón de la Fama.
A usted como que lo persiguen los jugadores "pesaítos". ¿Qué tal la experiencia con Pablo Sandoval?
-Yo a él (Pablo) lo veo como a un hijo, ya que después de dirigir al equipo grande, tengo que ver algo con las Ligas menores. Yo ayudo a distinguir a jugadores extraordinarios. yo vi a Sandoval y llamé a mi jefe y dije "Aquí hay un jugador de Liga Mayor jugando en clase A, gordito también (risas), pero que batea a las dos manos, no se poncha, con energía y los fanáticos están enamorados de él. Juega a fuerte todos los días, De ahí pasó a Doble A allí lo vi y fue la misma cosa. De ahí pasó a MLB, donde digo yo que estará durante los próximos 15 ó 20 años.
¿Qué es lo mejor que tiene el "Kung Fu Panda"? -Él tiene tantas cosas buenas que es difícil conseguir una en especial. lo principal que Pablo tiene es que batea. Él siempre lo ha hecho y, lo mejor, a las dos manos. En este negocio eso es importante. Lo otro que puede jugar tres posiciones muy bien, y no le molesta. Puede jugar tercera base y lo va a hacer bien. Le vas a decir que juegue primera, y lo hará bien. Lo vas a poner a quechar, y lo hará bien. Su energía es tal que le permite tomar un buen turno en el primer ininnig y en el noveno será mucho mejor. Es muy difícil conseguir gente como él. Pablo nos salvó a todos el año pasado de una situación muy difícil. Entre tú y yo, nos salvó el pellejo a todos en la organización (risas).
Para usted, ¿Cuánto vale Pablo Sandoval?
-Yo no sé. Yo puedo asegurar que él será una gran estrella. Él debe pasar primero por los procedimentos de agencia libre, o que si le daremos contratos largos. Por ejemplo, ahí está el caso de Tim Lincecum, quien es un fenómeno, así como lo es Pablo bateando. Yo ahorita no podría decir cuanto es el tope salarial de un jugador como él, por lo que, para mí, será ilimitado su valor en las Mayores. Además, no sólo vale eso como jugador sino como persona. Es carismático, responsable. Puedes conseguir grandes peloteros, pero que les cuesta ponerse en contacto con la gente y él, es todo lo contrario.
Estuvo dirigiendo en las Ligas Invernales y su hijo (Moises Alou) gerencia a un equipo, campeón de la Serie del Caribe ¿Es necesario jugar en invierno para llegar a las Mayores?
-Hace poco nos reunimos cuatro leyendas del Salón de la Fama. Willie Mays, Orlando Cepeda, Gaylord Perry y Willie McCovey, junto con Will Clark, Jim Davemport y yo mismo. Los cuatro del Salón de la Fama tienen algo en común, que fue que jugaron en Liga Invernales. Mays destrozó la Serie del Caribe, Perry jugó dos años en República Dominicana y así... Entre otros estamos unos como Juan Marichal y yo que jugamos más de 15 años. Marichal teminó con casi 50 juegos completos en el Invierno, donde jugaba casi siempre. A Mays siempre le preguntaron que como hacía para estar en forma, ya que antes no habían tantas pesas y el respondió que jugaba en invierno. Ojalá y la gente entendiera que es necesario jugar todo el tiempo. Ahí está Pablo, 'Ready' para jugar pelota.
¿Quién es para usted el jugador más importante que tiene Venezuela?
- Me pones en aprietos muchacho (risas). Debo nombrarte a Luis Aparicio porque jugué con él y lo conozco. De los nuevo, tengo que decir que Miguel Cabrera es un tremendo pelotero. Yo que el problema del año pasado fue cosa de jóvenes. Pero el habló como un hombre y creo en su palabra. Él tiene que demostrar todo lo que tiene porque hay una deuda que Miguel debe pagar, y es demostrar que esta hecho para jugar.
A Carlos González, ¿Lo conoce?
-Claro, ese es otro gran pelotero. No he podido verlo mucho, pero se hablan muchas cosas buenas de él. Este año será importante para él ya que será su primera temporada desde el inicio. Se que puede correr, batear y con una defensa extraordinaria. Ojalá ese gran pelotero estuviera con nosotros y que terminaramos de desarrollarlo aquí.
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