“El primer criollo en arribar al centenar de victorias en las Grandes Ligas recuerda con nostalgia la hazaña que lo inmortalizó en 1991”
Wilson Álvarez no comenzó su carrera como grande liga de la mejor manera. En su primera apertura fue duramente castigado por sus oponentes y no pudo sacar ni siquiera un out. En su presentación de apenas 26 lanzamientos permitió tres imparables, dos de ellos jonrón, dio dos boletos y permitió tres carreras, frente a los Azulejos de Toronto.
Después de esa salida, el zurdo zuliano no volvió a subirse en un montículo en las Mayores. Cambió de equipo con apenas 19 años y con la carga de no haber podido mostrar lo que tanto se habló de él cuando formó parte de la Pequeña Liga Santa Lucía, en Maracaibo.
Pero el béisbol siempre da revanchas. Casi dos años después de aquel traumático episodio, Álvarez se encargaría de abrir nuevamente un encuentro, esta vez frente a los Orioles de Baltimore, conjunto capitaneado por el inmortal Carl Ripken Jr.
“Ese día lo recuerdo como si fuera ayer. O mejor, como si estuviera camino al estadio en este momento”, describe Álvarez mientras conduce su carro por las calles de Florida, en los Estados Unidos, donde actualmente reside. “Precisamemente le comentaba a mi esposa en este momento acerca de eso, ‘Mi amor, ¿Te acordáis del juego ante los Orioles?’, es difícil de olvidar”, continúa con su penetrante acento maracucho, propios de la región y que, a pesar de sus largos años en el norte, nunca erradicó.
Para Wilson el momento del 11 de agosto de 1991 fue más que especial. Ese día se convirtió en el primer lanzador venezolano en la historia de las Mayores en lanzar un juego sin hits ni carreras. Una presentación que daría mucho de que hablar después de aquel catastrófico debut con los tejanos. Sin embargo, él recuerda por otra razón.
“Ese día lo recuerdo con mucha tristeza. Mi esposa y yo habíamos perdido a nuestro único hijo varón, algo me devastó”, confiesa. “Cuando iban pasando los innings sólo pensaba en él y le pedía fuerzas”. Parecía como mucho para un jovencito que apenas había salido de la adolescencia. Un debut inesperado, la pérdida de un ser querido, y la inmortalidad en su campo de sueños, por lo que tanto soñó.
“Ese juego me cambió muchas cosas. Me abrió muchas puertas que jamás pensé que se abrirían tan pronto. Hice muchas amistades después de eso algo que me asombró porque yo era un muchacho que se la pasaba encerrado y casi no hablaba con nadie”, relata Álvarez, quien después de esa victoria obtuviera 101 más para cerrar su carrera con 102 victorias, convirtiéndolo en el primer nativo en arribar a las cien victorias. “Definitivamente, estas cosas te hacen cambiar como persona”.
Por su puesto, tiene su recuerdo en casa. “Tengo una pelota pelota firmada por Carl Ripken Jr.”, comenta con tono algo agraciado. “Cada vez que lanzaba contra ellos hablamos un poquito y me decía que recordaba ese juego”. ¿Cómo olvidarlo? Álvarez lo dejó en blanco en tres turnos, abanicándolo una vez.
Los tiempos no pasan en vano
“El Intocable” vivió los cambios que la pelota fue dando en el transcurrir de los años. Incluso, después del retiro, ha visto como el dominio de los lanzadores ha ido aumentando, hasta la muestra de año, donde se han acumulado cuatro juegos del mismo tipo que él hizo, dos perfectos y uno ‘Casi’ perfecto.
Las razones no se las aplica tanto al régimen que la oficina del comisionado de las grandes Ligas ha impuesto para evitar el consumo de esteróides, sino más bien a una ampliación en la zona de strike. “Antes lanzar era mucho más difícil. La zona de strike era bastante limitada y tenías que tener un excelente comando en los lanzamientos”, explica. “Ahora, debido a los tiempos entre pitcheo y pitcheo y la rapidez para llevar los mismo la zona se ha expandido, obligando a los umpires a cantar más ponches y obligando a los bateadores a hacer swing rápido”.
Pero no sólo razones técnicas achacan el hecho de la mejora de los lanzadores en las organizaciones ligas mayoristas. Una razón de peso, al menos para Álvarez, es la participación de las granjas en países latinos para la formación de los lanzadores.
“Cuando yo comencé no había tantas academias como ahora. Las organizaciones (Grandes Ligas) se dieron cuenta del material que hay en Latinoamérica, más ahora que antes”.
Después de su hazaña sólo otros dos criollos han podido sumarse. Aníbal Sánchez en el 2006 y Carlos Zambrano en el 2008. Pero Wilson ansía que otro lo haga pronto y no puede ser otro que ‘El Gocho’, Johan Santana. “Se ha tardado mucho en llegar”, objeta explicando que ese tipo de juegos son difíciles de conseguir y que pueden llegar en cualquier momento y con el lanzador que uno menos espere. Pero de igual forma razona acerca de algunos motivos por el cual el glorioso momento no ha llegado para el doble ganador del premio Cy Young en la Liga America.
“Puede que las situaciones en los equipos donde ha estado le estén afectando un poco. Lo digo por qué me pasó varias veces. Yo de verdad quisiera verlo pronto, algún día, no se cuando y darle un par de consejos”. ¿Y cuáles serían esos consejos?, le preguntamos. “Yo quisiera decirle que siga haciendo su trabajo tal cual como lo ha hecho. Pero eso sí, cuidándose. Yo comprendo que muchas veces quieres jugar y jugar y te quedas callado diciendo que estas bien cuando realmente no lo está. Nunca quieres estar enfermo pero debes parar y pensar en tu salud".
Lanzó flores a sus paisanos.
Imposible pasar la oportunidad para que hablara de los jugadores zulianos. Principalmente de Carlos González y Gerardo Parra, jardineros con grandes proyecciones a futuro pero con realidades totalmente distintas. “Carlos es el mejor jugador (zuliano) que existe en este momento. No quiero decir que sea el único. Por ahí está (Gerardo) Parra que a pesar de no tener un buen año puede explotar en cualquier momento y dar muchísimo de que hablar”
Acerca de la participación de ellos en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional no opina mucho. Sabe que el trajín no es muy sencillo. “Yo jugué en Venezuela cuantas veces pude. Pero cuando llegas a niveles de súper estrella como al que esta llegando Carlos es complicado que lo dejen venir. Yo, estaré con Águilas desde el primer día de entrenamientos”. Los zulianos comenzarán sus prácticas el próximo 23 de septiembre.
NO Hits NO Runs venezolanos
Wilson Álvarez (vs. Baltimore): 11/08/1991: 9 IP, 0 H, 0 CL, 5 BB, 7 K (128 pitcheos)
Anibal Sánchez (vs. Arizona): 6/09/2006: 9 IP, 0 H, 0 CL, 4 BB, 6 K (103 pitcheos)
Carlos Zambrano (vs. Milwaukee): 14/09/2008: 9 IP, 0 H, 0 CL, 1 BB, 10 K (110 pitcheos)
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