La familia Izturis ha tenido el orgullo de ver a dos de sus integrantes jugando pelota profesional, no sólo en Venezuela, sino también en Grandes Ligas. César y Maicer conforman la tercera pareja criolla de hermanos que ve acción en las Mayores. Alejandro 'El Patón' y Alfonso 'Chico' Carrasquel iniciaron esta cadena entre 1939 y 1959, cuando ambos llegaron a la Mayores, pero formando parte de un mismo núcleo familiar. 'El Patón' era tío del gran 'Chico' Carrasquel.
Desafortunadamente no han podido jugar juntos desde que ambos llegaron al profesional en su país. Más complicado era verlos vestir la misma camiseta en el béisbol del norte. Pero cada uno se ha encargado de hacer sus cosas, a su manera, con el fin de enorgullecer a sus familiares y a todos los conocidos en su región, Barquisimeto, estado Lara.
El domingo ocho de agosto cada uno vivió un momento especial. César, el mayor de los dos hermanos y con tres años más de experiencia que Maicer en la pelota organizada, llegó a los 1.000 imparables, convirtiéndose en el vigésimo primer venezolano y séptimo campocorto en llegar a tal cifra. Maicer, a pesar de no realizar algo tan histórico como el mayor de los Izturis, estuvo envuelto en una situación bastante particular, al ser alineado como cuarto bate de los Angelinos de Los Ángeles de Anaheim.
"Pensaba que me estaban echando broma", explicó el utility de los californianos después del juego donde pudo ligar par de incogibles en cuatro turnos. "Cuando salí al terreno que vi el lineup habían varios periodistas allí. Entre todos vimos la plantilla y cuando me vi de cuarto lo que hice fue echarme a reir", comenta carcajeándose a través del teléfono.
A Maicer no le sorprende que Mike Sciocia lo haya colocado en el puesto de toleteto mayor. Las características del estratega angelino son bien conocidas, más cuando el equipo necesita ganar a toda costa. "Estamos pasando por un momento difícil donde perdimos a nuestro bateador de poder (Kendry Morales). Por eso debes estar "Ready" todo el tiempo. Tú no sabes donde vas a estar al otro día y esto que me pasó a mí, lo demuestra. Lo bueno de esto es que puedo decir, con orgullo, que cubrí todas las posiciones en el lineup. Desde el primer bate hasta el noveno".
Casí cronometrados...
Mientras Maicer se vacilaba su momento como cuarto bate de los californianos en el U.S Cellular Field de Chicago, César hacía historia en el Candem Yard de Baltimore. En su primer turno al bate, con cuenta de cero bolas y un strike, conectó un elevadito corto al jardín central que lo colocó en la élite entre los jugadores criollos en las Mayores, ahora en la ofensiva, al llegar al millar de indiscutibles. "Fue muy emocionate", soltó al de consultarle como fue el momento. "Nunca pensé que el público estuviera más pendiente del hit que del juego".
La situación estaba preparada para que fuera especial. Frente a César dos de sus ídolos en la pelota lo observaban, pero en el dugout contrario, que lo hizo sentirse más en las nubes. "(Oswaldo) Guillén y (Omar) Vizquel son dos de los peloteros que más he admirado. Hacerlo frente a ellos fue especial", relató mientras se alistaba para su encuentro del lunes frente a los patiblancos, por última vez en una serie de cuatro juegos. "Al llegar a primera me felicitó el coach. Pero después avancé a segunda base donde me encontré con Omar. Me felicitó y me dijo que me preparara para dar mil más (Risas). Vamos a ver que pasa".
Entre sus metas puede encontrarse llegar a los dos mil, pero no es la principal. A sus 30 años siente que ha trabajado mucho para no haber llegado al Clásico de octubre. "Uno trabaja muy fuerte desde febrero para quedarte en septiembre", contesta con tono de ansiedad y deseo por llegar a la meta. "Yo quiero llegar a la Serie Mundial, y no sólo eso, jugar para ganarla. La carrera de pelotero es muy difícil y si Dios me da salud, puedo ligar mil hits más, pero no será fácil. Pero llegar a la Serie Mundial debe ser hermoso".
A simple vista no pareciera sencillo que César llegue a la final de la MLB con Baltimore. Nada detendrá que los oropéndolas terminen con récord negativo por vez número trece de forma consecutiva, por lo que un cambio de aire no le caería mal. "Los Rangers de Texsas estuvieron pendiente de él, pero se quedó en rumores. Un cambio al equipo tejano habría mermado su participación de forma regular, al menos alrededor de la segunda almohadilla, ya que la presencia de Elvis Andrus en el campocorto, Ian Kinsler y Cristian Guzmán en la segunda impedirían cualquier opción del barquisimetano.
"Pienso que tengo muchos años más para jugar regular al campocorto. Este equipo me ha dado la oportunidad de ser regular por dos años seguidos y por lo que he visto tienen planes conmigo", reflexiona. "Además, este equipo no lo veo tan mal. Hay talento y ganas de salir adelante. Pienso que en un par de años podríamos dar mucho de que hablar, pero de forma positiva", analiza soltando una risa algo nerviosa.
Unidos por cosas más allá del béisbol.
Orioles y Angelinos se encontraron a inicios del mes de agosto para una serie de tres encuentros. Los Izturis se juntaron para conversar un poco de diferentes tópicos. "Yo le llevaba la cuenta y le decía que le faltaba poco para los mil", suelta Maicer, quien no ocultó su asombro al informarle que su hermano había llegado a la cifra el domingo. "Co.. ¿Verdad? Ya lo voy a llamar. Yo sabía que le faltaba poquito". César, por su parte, no habló mucho del tema.
"No hablamos tanto como quisieramos", confiesa César, quien ya tiene en su vitrina un Guante de Oro en la Liga Nacional y pelea por el de esta temporada en la Americana. "Cuando nos vemos o hablamos lo que hablamos es de animales, chico", confiesa.
Los Izturis tienen una granjita en Barquisimeto donde tiene una gran cantidad de animales. "Ahí tenemos chivos, cabras, caballos, gallinas, gallos y otras cositas. En eso nos entretenemos al vernos", saca cuenta el mayor. Pero, ¿Y la cuenta de los hits no la llevabas? "No. Quien estaba pilas con eso era mi hijo César Daniel quien me decía "Papí te faltan nueve, ahora ocho, faltan siete". Yo estaba pendiente de otras cosas".
Ahora, ambos hermanos pueden llegar a su casa en Venezuela con la satisfacción de acumular más de 1.500 imparables entre ellos. "Es muy importante para nosotros, nuestros padres y para todos en Barquisimeto", dice Maicer. "Espero que esto sirva de ejemplo para todos los chamos en mi país y región. Se dice facilito, pero hay que echarle bastante ganas", suelta César, quien le entregó a su chamo de 10 años la pelota de los mil hits. "El merece tenerla porque siempre estuvo pendiente de ello. Se que la cuidará bien".
César comentó que se reunirá con la gerencia de Cardenales de Lara el fin de semana en Tampa Bay donde los Orioles tendrán una serie de tres juegos para definir su situación en Venezuela para la próxima temporada. "Si voy a jugar pero aún no tengo fecha para eso".
DATO QUE VALE: En la historia del béisbol de las Grandes Ligas, sólo 255 criollos han visto acción. En ese período sólo tres parejas de hermanos han podido ver acción en las Mayores, de 363 grupos que lo han hecho en la historia, según la cuenta de Jean Carlos Arias del espacio Comandante del béisbol. Aquí le presentamos la pareja 'Morocha' de criollos hermanos:
- Pompeyo "Yo-Yo" Davalillo (1953) ligó sólo 17 imparables. Victor Davalillo (1963-1980) disparó 1122: Totalizaron 1.139
- Antonio Armas (1976-1989) conectó 1.302. Marcos Armas (1993) abonó 6 más: Totalizaron 1.308
- César Izturis (2001-actualmente) llegó a 1.001. Maicer Izturis (2004-actualemente) llegó a 504: hasta ahorita llevan 1.505... y siguen contando.
Amigo Gerardo el presente es para aclararle algo: El paton carrasquel era tio del chico, no hermanos como lo menciona Ud.
ResponderEliminarsalu2